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Víctimas de trata

Plantación y juicio
Ilustración: Julio Fuentes
Respecto al caso del mes anterior, la mujer que se libra de al menos tres años de cárcel por decir que fue víctima de trata por parte de una organización criminal, ¿no podría ser que ahora muchas mujeres fuesen captadas con esas circunstancias para aprovechar que salgan absueltas?, ¿o que muchas mujeres se metan creyendo que van a salir absueltas?
Anónimo

No, no lo creo en absoluto, pero antes de seguir con la respuesta, voy a contextualizar un poco. En el caso del mes anterior os contamos el caso de una mujer muy pobre de Perú que fue captada para transportar cerca de 600 g de cocaína desde Lima hasta Barcelona y que, después de ser procesada y pasar mucho tiempo en prisión provisional, tuvo la fortuna de ser absuelta gracias a que su defensa jurídica se planteó como un asunto de explotación y trata por parte de organización criminal, es decir, fue usada para cometer un delito. En la pregunta se lanzan dos cuestiones: la primera, si esta sentencia pionera puede hacer que las organizaciones busquen mujeres en esa situación de vulnerabilidad para permitir así que sean absueltas. La respuesta es no: a las organizaciones, o a los traficantes, les da igual si la mula va a ser encarcelada o no. Lo que les importa es si, intervenida o no, su droga pasa o no la frontera. Si no pasa su sustancia, lo que le ocurra a la mula les da bien igual. Respecto de la segunda pregunta, si algunas mujeres se van a meter en ello haciendo el cálculo de que no hay riesgo, de que serán absueltas sin más, tampoco lo creo. Por un lado, hay que tener en cuenta que esta sentencia es una primera sentencia, que ni siquiera es del Tribunal Supremo; además, estamos ante supuestos muy concretos, que necesitan de mucha prueba, y de informes específicos de organismos oficiales. Finalmente, hay que tener muy presente que esta mujer se pasó casi dos años en prisión preventiva. Si hay suerte, a día de hoy ya estará con su hijo, que entonces era un bebé de cuatro meses y ahora ya es un niño de tres años. El dolor y sufrimiento de esta mujer no puede ser querido por nadie.

Gabriel Miró

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