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Lunario de cultivo: ¡el jardín florece!

En agosto los días ya van siendo más cortos. A mediados del mes el día ya dura, de media, diez horas, y catorce horas la noche, por lo que empezamos a ver las primeras flores del cannabis. Este cambio de fase en la floración conlleva también un cambio en la alimentación de las plantas, que empiezan a consumir más fósforo y potasio (P y K), que es conveniente que lo echemos en días aire-flor.

En agosto los días ya van siendo más cortos. A mediados del mes el día ya dura, de media, diez horas, y catorce horas la noche, por lo que empezamos a ver las primeras flores del cannabis. Este cambio de fase en la floración conlleva también un cambio en la alimentación de las plantas, que empiezan a consumir más fósforo y potasio (P y K), que es conveniente que lo echemos en días aire-flor.

Coincidencia creciente con descendente: del 1 al 4 de agosto

Durante esta coincidencia podemos hacer los trasplantes de las plantitas que aún nos queden por hacer, aunque tendremos que trasplantar bajo el elemento agua-hoja, los días 1, 2 y 3, o fuego-fruto, el día 4. Los días agua-hoja podemos abonar de crecimiento. Estos mismos días también podemos podar las hojas grandes, con idea de provocar crecimiento en la rama adjunta.

Coincidencia creciente con ascendente: del 4 al 7 de agosto

El día 4 a las 20.16 h comienza la luna el ascendente. En ese momento empieza esta breve coincidencia, en la que tenemos como tareas apropiadas remover el compost el día 6 por la tarde, cuando la luna esté ya en tierra-raíz, y el 7, así como añadir al riego un estimulador de raíces, ya que estos días las plantas lo asimilan mejor.

Coincidencia menguante con ascendente: del 7 al 18 de agosto

Tras la luna llena del día 7 a las 20.21 h, la cual hará su aparición por el horizonte en pleno eclipse, comienza la luna menguante. El día 8 a las 13.43 h es el nodo, imprescindible junto con la luna llena para que se dé el eclipse lunar. El día 9 y el 10 por la mañana, con la luna en aire-flor, podemos aprovechar para aplicar los tratamientos fitosanitarios destinados al control de plagas.

Si nuestras plantas han empezado ya a acogollar, estos mismos días son ideales para empezar con el abonado de floración. Si aún están en crecimiento, los días 11 y 12 son los apropiados para hacer uno de los últimos abonados de crecimiento antes de que empiecen a florecer. Los siguientes días del 13 al 16 son favorables para los tratamientos fungicidas. Los dos últimos días anteriores, más el 17 y 19, también son favorables para los tratamientos insecticidas. El día 17 es el mejor para cortar los esquejes. El 18 deja la luna el ascendente a las 08.51 h y se acaba esta coincidencia.

Coincidencia menguante con descendente: del 18 al 21 de agosto

Dejaremos pasar el día 18, ya que está el perigeo a las 15.19 h, y pincharemos los esquejes el 19, a poder ser por la mañana. El día 20, con la luna en agua-hoja, es el apropiado para hacer un abonado de crecimiento a aquellas plantas que aún lo estén haciendo, aunque ya serán pocas en el exterior. El día 21 se acaba esta coincidencia con la luna nueva a las 20.31 h, que, junto con el nodo a las 12.03 h, provocan un eclipse solar. Evitaremos tocar las plantas ese día.

Coincidencia creciente con descendente: del 21 al final de agosto

Comienza otra larga coincidencia de las favorables para plantar, pero nuestra mente ya no está en esas, sino que ya solo piensa en cosechar. Pero para eso aún faltan unas semanas para algunas plantas, y unos meses para las demás. Por ahora podemos aprovechar para remover el compost algún día entre el 24, el 25 y el 26. También agradecen estos días tierra-raíz que apliquemos un estimulador de raíces. La luna pasa por aire-flor los días 27 y 28, momento idóneo para un abonado de floración. En interior, estos días podemos llevar a cabo los trasplantes pertinentes, así como iniciar alguna remesa partiendo de semilla. Los días 29 y 30, la luna está en agua-hoja. En el cultivo de interior, podemos aplicar un abono de crecimiento en estos días a las plantas que estén creciendo. Las podas de ramas se hacen en menguante para provocar el menor daño a la planta. En creciente nos limitaremos a cortar hojas, lo que estimula el crecimiento de las ramas adyacentes.

Lunario ¡El jardín florece!

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #236

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