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¿Que es el silicato?

A muchos os sonará el nombre de silicato gracias a las pipas de cristal de borosilicato tan usadas en los bongs y oilers. Pero no vamos a hablar de los usos industriales del mismo, sino de su uso más cotidiano en la horticultura.

A muchos os sonará el nombre de silicato gracias a las pipas de cristal de borosilicato tan usadas en los bongs y oilers. Pero no vamos a hablar de los usos industriales del mismo, sino de su uso más cotidiano en la horticultura. El silicato es, pues, un complemento ideal en la alimentación regular de nuestras plantas, que beneficiará desde el primer día el crecimiento y desarrollo de nuestros cálices. Personalmente, me gusta verlo como el calcio que se da a los niños para fortalecer sus huesos. Algo parecido pasa con el silicato en los tallos de nuestras matas: se fortalecen y crecen mejor. Y ya sabemos qué supone que una planta crezca mejor. En este artículo descubriremos qué es el silicato, cómo actúa en las plantas, cómo les afecta y, sobre todo, cómo podemos beneficiarnos de él.

Empecemos por el principio: ¿qué es el silicato? El silicato es un mineral, o mejor dicho, una gran familia, un grupo de minerales. El silicato se compone de moléculas de sílice y de oxígeno; se trata, pues, de uno de los materiales más comunes en la corteza terrestre, sobre todo en terrenos muy arcillosos, por lo que todas las plantas crecidas en la naturaleza pueden beneficiase de él. Para unas plantas en un microclima artificial, hay que recrearles lo mejor posible sus condiciones ideales para el desarrollo y no hay que olvidar que este mineral, tan abundante de forma natural, es parte esencial en esa “recreación”. Ya sea en interior o en exterior, el uso de silicato no está de más, cosa perceptible también con los medidores de pH, que no varían tras el uso del silicato en la mezcla. No alimenta como los fertilizantes para marihuana, pero, repetimos, se trata de un complemento ideal digno de nuestra atención.

  • El silicato en el cultivo

El silicato tiene diversos usos, sobre todo en la industria. En el sector cannábico, la práctica más extendida es en la creación de cristal de borosilicato para pipas y demás parafernalia. Pero lo que nos atañe ahora es su uso en la horticultura. Veamos, pues, cómo actúa y en qué afecta el silicato a nuestros cultivos, más específicamente, a nuestras plantas de marihuana. Para empezar, si queremos que las plantas se beneficien de las propiedades de este mineral, es esencial que esté presente en el sustrato para cultivar marihuana que usemos, ya sea tierra, coco o agua en un sistema hidropónico. Un detalle que hay que tener en cuenta es que el silicato utilizado debe estar en formato “activo”, para que las plantas puedan asimilarlo y absorberlo, de no ser así, se acumularía en el sustrato y quedarían residuos. Comentar la importancia de que el silicato se encuentre en el sustrato (y que no se aplique de forma foliar, por ejemplo), ya que de la mejor forma que es absorbido y, por lo tanto, tarde menos en actuar, es a través del sistema radicular (y por lo tanto con buenos productos para regar plantas de marihuana). De esta forma también nos aprovecharemos de los beneficios del mismo en el sustrato, ya que mejora el intercambio de iones (esencial para la asimilación y absorción de alimentos), así como la calidad del agua y el oxígeno que se encuentren en ella (cosa muy interesante en los cultivos hidropónicos, que se basan justo en eso, en agua y oxígeno).

Una vez las plantas empiezan a absorber y asimilar el silicato repartiéndolo por todo su organismo, este empieza a proteger los tejidos reproductivos de la planta, lo que provoca que se fortalezcan las paredes celulares. ¿Esto qué

"Con el uso de silicato se ensanchan los troncos y la salvia corre mejor y más rápido"

significa? Que a medida que la planta crezca, se le irán ensanchando los troncos y ramas, y por lo tanto, el canal que hay en el interior. Esto provoca que la salvia corra mejor y más rápido, por lo que todos los nutrientes absorbidos se reparten mejor hasta cada punta de caga cogollo. Así pues, si tenemos unas plantas con troncos más anchos que se alimentan mejor y están más sanas, eso va a hacer que sean capaces de desarrollarse mejor y que les afecten menos las adversidades adscritas al cultivo (hablamos de cambios drásticos en la climatología o ataque de plagas, por ejemplo). Todos estos factores (sumados a muchos otros directamente relacionados con el cultivo, como son la alimentación, el riego, la ventilación...) afectarán a que la cosecha sea mejor, ya que tenemos plantas que son capaces de producir más cogollos con mayor concentración de tricomas. 

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #207

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