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Balastro de potencia regulable

Balastro de potencia regulable
He conseguido un balastro regulable con el que puedo cambiar la potencia de la bombilla a 250, 400, 600 y 660 W. Mi pregunta es: ¿cuándo crees que debo usar cada intensidad?, ¿empiezo a 250 W cuando las plantas son pequeñas y voy subiendo poco a poco?, ¿en qué momento? ¡Muchas gracias!
Mario

Las plantas no necesitan siempre la misma cantidad de luz. Al principio, cuando acaban de germinar, les hace falta bastante poca y un exceso puede llegar a ser malo para ellas. Según se van haciendo más grandes pueden aceptar más luz. El momento en que una gran intensidad de luz puede ser más beneficiosa es en la floración, cuando están engordando los cogollos. Sin embargo, en las dos o tres últimas semanas de floración, casi se benefician más si bajamos un poco la intensidad para que la resina no se evapore demasiado.

La potencia de la lámpara por sí sola no indica gran cosa si no se tiene en cuenta la distancia hasta las plantas. Es decir, una lámpara de 400 W da la misma intensidad de iluminación a 40 cm que una de 600 W a 60 cm, pero la de 600 cubre un área mayor, pues está a mayor distancia. Las plantas jóvenes son más pequeñas, por lo que se pueden situar más cerca las unas de las otras y ocuparán menos espacio. Si acercas la lámpara y bajas la potencia, puedes lograr que las plantas reciban la misma intensidad de luz pero gastando menos electricidad. Poco a poco, las plantas irán haciéndose más grandes, habrá que separarlas entre sí y trasplantarlas a macetas mayores, por lo que será necesario elevar la maceta para que alumbre un espacio mayor y subir la potencia para que sigan recibiendo la misma intensidad.

En la germinación y los primeros diez días de vida, las plantas tendrán suficiente con 250 W y la luz a unos 40 cm de las puntas de las plantas. Pasados esos diez días, se tendrá que subir a 400 W para el resto de la fase de crecimiento. Cuando se cambia el fotoperiodo para empezar la floración, podemos subir la potencia a 600 W para que tenga energía de sobra para hacer cogollos. Si se quiere usar la máxima potencia de 660 W, mi recomendación es hacerlo entre la tercera y la sexta semana, cuando la producción de flores es máxima. Para las últimas dos semanas antes de la cosecha, habrá que volver a bajar a 600 W.

La regulación de la potencia sirve para gastar menos electricidad sin perder producción, siempre que se suba y baje la lámpara para mantener la intensidad de luz necesaria. Con una lámpara de 600 W fijos, una variedad que está durante cuatro semanas en crecimiento y ocho en floración consume unos 700 kW/h a lo largo de todo el ciclo de cultivo. En cambio, con este sistema el consumo se reduce hasta 567 kW/h, un ahorro del 19% en la factura eléctrica, lo que compensa de sobra el mayor precio que cuestan estos balastros. Lo mejor de todo es que el ahorro energético no supone un descenso en la producción, más bien es al contrario, la cosecha será mayor gracias a las dos semanas en que se eleva la potencia a 660 W.

Las lámparas de potencia regulable son además perfectas para los meses de más calor, ya que si la temperatura del armario sube demasiado se puede bajar la potencia un poco, ya que aunque las plantas reciban algo menos de luz crecerán mejor que estando a temperaturas demasiado altas.

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