Pasar al contenido principal

Hidroponía y nutrición

Profe, estoy comenzando a sembrar en hidroponía y me gustaría aprender más sobre los requerimiento nutricionales de la planta, ya que el sustrato no aporta nutrientes para la planta. De igual forma, me podrías explicar los niveles óptimos de conductividad eléctrica en las diferentes etapas del cultivo. Muchas gracias de antemano. Saludos cordiales desde Ecuador.
Martín

En hidroponía, el medio de cultivo es inerte y no tiene ningún alimento. Todos los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo de las plantas deben ser aportados por el cultivador disueltos en el agua de riego. Hay que usar abonos que contengan macronutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio), macronutrientes secundarios (calcio, magnesio, azufre) y micronutrientes (boro, cloro, cobalto, cobre, hierro, manganeso, molibdeno y zinc).

En mi opinión, los mejores resultados se obtienen con nutrientes especialmente diseñados para hidroponía, ya que la solución nutritiva (la mezcla de agua y fertilizantes) debe ser capaz de permanecer preparada durante días sin que el pH se altere demasiado. A mí, personalmente, me gustan los abonos en tres partes que se mezclan en distintas proporciones según la fase del cultivo. Los buenos abonos para hidroponía contienen algún tampón químico que limita la fluctuación del pH. Esto es especialmente importante cuando el sistema de cultivo recircula la solución nutriente, es decir, cuando lo que drena de las macetas vuelve al depósito. Si se usan otro tipo de abonos, las fluctuaciones en el pH pueden ser dramáticas y nos pasaremos el día ajustando el pH. Los abonos orgánicos no suelen dar buen resultado en la mayoría de los sistemas hidropónicos, su riqueza en materia orgánica puede favorecer la aparición de microorganismos indeseables y taponar los goteros de riego.

La electroconductividad (EC) debe ser baja al principio, cuando las plantas son pequeñas, empezando en 0,6-0,8 y subiendo hasta 1,0-1,4 a lo largo de las semanas de crecimiento. En floración, la mayoría de las variedades funcionan bien con EC entre 1,3 y 1,8, aunque hay cultivadores que llegan hasta una EC de 2,0-2,2. La sensibilidad al nivel de sales depende de cada variedad: hay plantas que aguantan bien EC 2,5 y otras que empiezan a mostrar síntomas de sobrefertilización en cuanto pasas de EC 1,8. Al principio, hasta que conozcas bien tu variedad, mi consejo es que te mantengas en niveles de EC relativamente bajos.

Veamos como ejemplo un cultivo estándar de una variedad híbrida, con cuatro semanas de crecimiento y ocho semanas de floración. Empieza en crecimiento con EC 0,6 y sube una o dos décimas cada semana o si empiezan a aparecer deficiencias. Por ejemplo, si a la planta le empieza a faltar nitrógeno su color verde será cada vez más claro, sobre todo en las hojas grandes. Por el contrario, si el color es verde oscuro, no aumentes la EC la siguiente semana. Apunta en un diario la EC y el pH de cada riego para tenerlo como referencia en la próxima cosecha. Puede parecerte que no es necesario y que te acordarás, pero hazme caso y apúntalo, dentro de tres meses no te acordarás. En floración sigue el mismo proceso: empieza la primera semana aumentando el EC una o dos décimas respecto a la última semana de crecimiento; las cuatro primeras semanas de floración ve subiendo el EC de 1,3 a 1,6; súbelo al máximo (1,6-1,8) la quinta, sexta y séptima semanas, y deja completamente de abonar durante la octava semana. Si todo va bien con estos valores y las plantas no sufren de sobrefertilización, en el siguiente cultivo de la misma variedad puedes probar a subir una décima todos los valores de EC y ver cómo responden las plantas y si la producción mejora. En general, las plantas crecen mejor con una EC algo más baja de la máxima que pueden soportar. El nivel de EC depende también del tamaño de las plantas y, sobre todo, de la temperatura y la humedad ambiental. Cuanto más cálido y seco sea el clima, más baja tiene que ser la EC, pues las plantas tienen que traspirar mucha agua, mientras que en clima fresco y húmedo la concentración de nutrientes puede ser más alta porque transpirarán mucho menos. Por otro lado, cuanta más luz tienen, más comen y, por tanto, necesitan una EC más alta. Las plantas sanas y grandes también comen más que las pequeñas y débiles.

El pH también es recomendable que vaya subiendo progresivamente, pues hace falta un pH más ácido en crecimiento –pH entre 5,5 y 5,8–, cuando sobre todo interesa potenciar la absorción del nitrógeno, que en floración –pH entre 5,8-6,2–, momento en que el fósforo es el principal nutriente de interés. En hidroponía, la solución nutriente debe estar siempre bien equilibrada en pH, EC, temperatura y oxigenación para que las raíces se encuentren cómodas y crezcan bien.

Suscríbete a Cáñamo