Pasar al contenido principal

La cosecha desastrosa

La cosecha desastrosa
Te explico lo que me ha pasado. En la última cosecha, en un armario con una lámpara de 600 W de sodio, tenía ocho plantas en la quinta semana de floración que estaban cogollando bastante bien. Es verdad que había un poco de araña roja y que se les habían secado algunas hojas, pero los cogollos tenían bastante buena pinta y había bastante resina. El problema vino porque tuve que estar una semana fuera de casa por trabajo y, como no podía cuidarlas, decidí montar un sistema de riego automático para que todos los días tuvieran su agua. Preparé un bidón lleno de agua con abono y un sistema de goteros alimentado por una bomba de agua que se ponía en marcha todos los días con un programador eléctrico. Lo malo es que me equivoqué al programarlo y, en lugar de poner que la bomba se encendiera cinco minutos todos los días, no me di cuenta y solo se regaban durante un minuto al día. Antes de irme las regué bien a mano, pero supongo que a partir del tercer día casi no recibían agua. El caso es que, cuando volví, un sábado por la noche, solo habían recibido la quinta parte del agua que había preparado, las plantas estaban muy mustias y, lo peor de todo, las arañas rojas se habían reproducido como locas. Todos los cogollos estaban recubiertos de telas de araña y había millones de ellas por todos sitios. Casi me muero del susto y del asco. Las regué a fondo y las fumigué con todo lo que tenía en casa, ya que hasta el lunes no podía ir a comprar al grow shop algo para la araña. Usé jabón potásico, aceite de nim y un insecticida para mosquitos (sé que fue una burrada, pero no sabía qué hacer). Me pasé el domingo limpiando telas de araña con un trapo y el lunes compré un antiaraña químico y lo fumigué dos veces: el lunes y cinco días después. Las plantas quedaron hechas un asco, pero sobrevivieron. En las siguientes dos semanas se recuperaron un poco y las pude cosechar. Aproveché los cogollos que pude y los puse a secar. El problema es que saben fatal y no sé que hacer. ¿Qué me recomiendas? ¿Qué hago? Gracias.
Un Cultivador Triste

La verdad, yo tiraría los cogollos a la basura. Seguro que están llenos de restos de insecticidas, cadáveres de arañas y quién sabe qué más. Los insecticidas pueden ser peligrosos, especialmente los que no están pensados para pulverizar sobre plantas comestibles: suelen ser muy persistentes y tóxicos porque se supone que nadie se los va a meter en la boca y, aún menos, fumar. Además, no me has dicho qué plazo de seguridad indicaba la etiqueta del antiarañas químico; aunque, si lo fumigaste en la sexta semana de floración, lo más probable es que no se haya eliminado completamente. Entiendo que te da mucha rabia y que lo último que te apetece es tirar los cogollos y tener que comprar hierba cuando pensabas que tendrías la tuya propia, pero creo que la salud y la seguridad deben ser lo primero. Ya harás otra cosecha y tendrás buenos cogollos; una cosecha fallida no es el fin del mundo.

Te aconsejo que nunca fumes hierba con restos de insecticidas, muchos son compuestos peligrosos que pueden provocar cáncer o intoxicaciones. Llevo muchos años aconsejando a cultivadores y sé que no siempre me hacen caso. Si, pese a mis advertencias y consejos, decides seguir fumándote los cogollos, al menos haz lo siguiente: coge un vaso con agua fría y sumerge los cogollos con cuidado, sin meter muchos a la vez para que no se chafen ni se dañen demasiado. Déjalos en remojo un rato, unos cinco o diez minutos, para que todos los compuestos hidrosolubles que haya sobre las hojas se disuelvan en el agua. El agua se pondrá un poco verde; pero no tengas miedo por la resina, pues no se disuelve en agua. Si lo haces con cuidado los cogollos no perderán casi nada de resina y puede que elimines una parte de los tóxicos. Pasado el tiempo de remojo, saca los cogollos, colócalos sobre una hoja de papel de cocina para que escurran y luego vuelve a secarlos a fondo pero sin manipularlos demasiado. Para hacerlo, lo mejor es que uses un deshumidificador que mantenga la humedad ambiental al mínimo y un ventilador que mueva el aire suavemente a su alrededor. Es muy importante que los seques bien y rápido o se enmohecerán o se pudrirán.

Para la próxima ocasión en que tengas que dejar las plantas solas, lo mejor es preparar el programador varios días antes de marcharte y dejar que las plantas se rieguen automáticamente unos cuantos días mientras aún estás en casa y puedes ir comprobando que la cantidad de agua que reciben es suficiente y que la programación es correcta. De todos modos, no te castigues: todos los cultivadores hemos cometido errores parecidos. A mí se me estropeó el extractor una vez que estaba fuera unos días y, cuando regresé, también me encontré un criadero de arañas rojas monumental; aún me entra mal cuerpo cuando lo recuerdo y fue hace un montón de años. Suerte en la próxima cosecha.

Suscríbete a Cáñamo