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Relación entre abonos y plagas

Relación entre abonos y plagas
Francis Chaboussou
Te escribo para que me expliques si es verdad que las plantas tienen más plagas cuando se abonan con abonos químicos que cuando se cultivan ecológica y orgánicamente y me cuentes por qué sucede. Cada año tengo plagas en la terraza y querría saber si puedo evitar usar insecticidas si empiezo a hacer cultivo ecológico de cannabis
Mateo

La explicación rápida y sencilla es que, cuando abonas con fertilizantes químicos, las plantas tienen a su disposición tanta comida lista para absorber que crecen a gran velocidad y desarrollan muchos tejidos nuevos pero estos son blandos y demasiado tiernos, por lo que resultan muy apetecibles para las plagas, que apenas tienen que hacer esfuerzos para alimentarse. En un entorno orgánico fértil, el sustrato contiene muchos nutrientes pero en forma de materia orgánica, que los microorganismos del suelo tienen que descomponer antes de que las plantas los puedan absorber. Las plantas crecen un poco más despacio pero los tejidos son más fuertes y se defienden mejor de las plagas.

Desde que se empezaron a utilizar masivamente los abonos químicos y los pesticidas, es indudable que la productividad de las explotaciones agrícolas ha aumentado, pero a costa de desequilibrar los ecosistemas y reducir la fertilidad natural de los campos, que está basada en la presencia de abundante materia orgánica y una amplia biodiversidad de microorganismos.

Hay una teoría interesante que desarrolló el agrónomo Francis Chaboussou y que se bautizó como trofobiosis que dice que cuando las plantas se encuentran en equilibrio nutricional tienen muchas herramientas para evitar y defenderse del ataque de las plagas. Si la planta consume los nutrientes al mismo ritmo que los absorbe y produce, no quedan nutrientes en la savia en su forma soluble y libre, que es lo que buscan la mayoría de las plagas. Los abonos químicos estimulan en exceso la absorción de nutrientes de la planta, que los acumula en la savia porque no es capaz de usarlos al mismo ritmo. Las plagas detectan esa abundancia de nutrientes apetitosos disponibles y se ceban en ellas. Con los abonos orgánicos esto no sucede porque los microorganismos del suelo van descomponiendo la materia orgánica y liberándolos poco a poco.

Los animales escapan de los depredadores pero las plantas no tienen esa posibilidad, lo único que pueden hacer es intentar no gustar a las plagas, por eso fabrican venenos, desarrollan sabor amargo o intentan ser poco nutritivas, reduciendo la cantidad de nutrientes apetitosos en la savia.

Si quieres reducir la incidencia de plagas, olvida los abonos químicos y reduce en lo posible la utilización de abonos orgánicos solubles. Lo mejor es preparar un sustrato rico en diversas fuentes de materia orgánica que aporten todos los nutrientes que las plantas necesitan: estiércol, humus de lombriz, harina de huesos y de sangre, harina de alfalfa, guano de murciélagos o de aves marinas, polvo de rocas, etc. Una buena combinación de estos ingredientes junto con mantillo, turba y algo de perlita para facilitar el drenaje crea un sustrato fértil y rico donde pueden vivir felices los microorganismos que se encargarán de nutrir las plantas al ritmo adecuado.

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