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Sofisticando tu despensa...

Crema fría de espárragos con salmón ahumado, Mandanga #5 y aceite de aceitunas negras

Si no tenemos ganas de salir a comprar y nos vamos a la despensa en busca de un milagro que nos permita cenar algo digno, aquí tenemos un buen ejemplo de lo que podemos llegar a hacer con una simple conserva y un poquito de imaginación. Receta sencilla y sana, a la par que elegante y sofisticada.

Ingredientes para cuatro personas

  • 2 botes o latas de espárragos blancos de unos 400 g
  • 1 patata mediana
  • el zumo de una naranja
  • 120 g de salmón ahumado
  • 50 ml de nata de cocinar o leche evaporada
  • 75 ml de AOVE
  • 20 ml de vinagre cannábico de Jerez y Mandanga #5
  • sal al gusto
  • 40 g de aceitunas negras sin hueso
  • 40 g de AOVE
  • unas ramas de cebollino

Elaboración

Para tunear esta resolutiva elaboración, hemos seleccionado la variedad Manadanga #5 que regalamos con el número de julio del pasado año, rica en CBD y con un sabor muy potente y afrutado que le va a venir estupendo a nuestro vinagre de Jerez. Sus efectos nos vendrán de maravilla si tenemos algún tipo de dolor muscular o inflamación. Además, proporciona relajación y descanso.

Comenzaremos con la extracción de sus propiedades. Como ya hemos explicado en otras recetas, este proceso es largo, así que tendremos que prepararlo con bastante antelación. Necesitaremos 250 ml de vinagre de Jerez y unos 8 g de cogollos de Mandanga #5. Meteremos los cogollos en el congelador un par de días antes para que el frío nos potencie la extracción. Después, los trituraremos y los sumergiremos en el vinagre. Lo metemos en la nevera y los dejamos que maceren durante 3 o 4 días. Pasado este tiempo, lo filtramos con un colador de tela y lo metemos en un bote hermético. A mí me gusta añadir también un cogollo entero dentro del bote para potenciar el aroma y el sabor de la variedad elegida, pero no es imprescindible.

Crema fría de espárragos con salmón ahumado, Mandanga #5 y aceite de aceitunas negras

Reservamos el vinagre y nos ponemos con la receta en sí. Comenzaremos cociendo las patata con piel, entera y bien lavada. El tiempo de cocción dependerá del tamaño y grosor de la patata. Estará cocida cuando la pinchemos con un tenedor o cuchillo y este entre con facilidad. Una vez cocida, la sacaremos del agua y la dejaremos enfriar. Cuando esté fría, la pelamos y la reservamos.

A continuación, abriremos los envases de los espárragos y los verteremos enteros, con el jugo incluido, en el recipiente de la batidora donde vayamos a triturarlo. Añadiremos la patata pelada y troceada, la nata, los 75 ml de AOVE, el vinagre cannábico, la sal al gusto y el zumo de naranja. Trituramos hasta que nos quede bien fina la crema. Dependiendo de la calidad de los espárragos que utilicemos y de la potencia de la batidora, tendremos que colarlo posteriormente o no. Si no son muy buenos o la batidora no es muy potente, nos quedarán unos hilos que deberemos dejar en el colador para que sea agradable de comer. Una vez triturado y colado, lo meteremos a enfriar en la nevera.

Continuamos con el aceite de aceituna negra. Esto requiere de una gran preparación y técnica: habréis de triturar las aceitunas negras sin hueso con los 40 ml de AOVE... Difícil, ¿eh? Y, para terminar, cortaremos el salmón ahumado en trocitos pequeños y picaremos el cebollino para decorar.

Para el montaje utilizaremos una copa o vaso bonito o un bol o plato hondo, como más nos guste. Pondremos primero la crema de espárragos, en el centro colocaremos el salmón cortado y lo decoraremos con el cebollino cortado y el aceite de aceituna negra. A comer y a sumergirse en las sensaciones que nos regale tan sofisticado manjar.

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #273

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