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El clan Kinahan

El clan Kinahan
Christopher “Christy” Kinahan, patriarca del clan de los irlandeses que operan desde la Costa del Sol.

Este clan, además de controlar buena parte del boxeo irlandés, se dedica al tráfico de drogas y armas. ¿Cómo permitían las autoridades británicas que Kinahan se sentara a un costado del ring y se exhibiese en televisión celebrando los triunfos de sus boxeadores?

Desde el 5 de febrero de 2016 ya no se celebran grandes combates de boxeo en Irlanda. Ese día, en el hotel Regency de Dublín tenía lugar la ceremonia de pesar a los boxeadores antes del combate. Sin embargo, un comando armado de al menos cuatro personas entró al vestíbulo del hotel y disparó a los presentes. Hirieron a dos y mataron a uno, David Byrne, quien trabajaba para la familia Kinahan.

Este clan, además de controlar buena parte del boxeo irlandés, se dedica al tráfico de drogas y armas. El comando armado que mató a Byrne buscaba en realidad a Daniel Kinahan, mánager de uno de los boxeadores y que había salido del hotel minutos antes del atentado.

El patriarca del clan es Christopher “Christy” Kinahan, de sesenta y cinco años. Nació en Dublín en 1957 en una familia con recursos –su padre era gerente en una granja lechera–.

Sin embargo, al joven Christy le atraía el crimen. En los setenta pasó temporadas tras las rejas por robo de coches y en casas. Durante su paso por la cárcel conoció a traficantes, por lo que al salir empezó a hacer trapicheos. En 1987 le sentenciaron a seis años de cárcel tras detenerlo con ciento treinta mil euros de heroína.

Las estancias penitenciarias de Kinahan fueron muy provechosas, dado que se dedicó al estudio. En los noventa, las autoridades penitenciarias le ofrecieron la liberación anticipada por su buen comportamiento. Christy, sorprendentemente, la rechazó porque estaba inmerso en un curso de francés que quería concluir.

Salió de prisión hablando también español y ruso, que le resultarían muy útiles para hacer amigos colombianos, mexicanos y rusos, con los que pronto empezaría a hacer negocios.

Tras su última salida de prisión, en el 2001, se instaló en un chalet de lujo en Marbella tasado en seis millones de euros. Adquirió bodegas en España e Irlanda, con las que montó una empresa que oficialmente exportaba productos españoles a Irlanda. Durante un tiempo solo importaba alimentos para disipar las sospechas. Y, gracias a sus contactos carceleros, empezó a añadir cocaína colombiana y hachís marroquí en sus cargamentos.

Kinahan era el gran exportador de drogas irlandés. Su grupo no se dedicaba al trapicheo, ni a la guerra entre bandas por controlar territorio, sino que era el mayorista que surtía a casi todas las pandillas del país.

En febrero del 2008, la policía irlandesa, la Garda, detuvo a un hombre que llevaba media tonelada de hachís en el coche. El hombre confesó dónde estaba la bodega a la que se dirigía y allí confiscaron una tonelada de hachís. Los agentes empezaron a seguir la pista a los dueños y descubrieron que operaban desde Marbella y Málaga y que todos los meses enviaban cargamentos tanto hacia Dublín como hacia Londres.

Se pusieron en contacto con la Policía Nacional, que mostró su interés por la historia, dado que ese mismo mes integrantes del clan Kinahan habían asesinado al rival de una banda, llamado Paddy Doyle, mientras circulaba en su coche por Estepona.

De esta forma se lanzó la operación Shovel, en la que las policías irlandesa y española empezaron a tirar del hilo de empresas. Durante dos años documentaron empresas de los Kinahan en Bélgica, Dubái, Sudáfrica, Brasil y Chipre. En mayo del 2010, las policías estaban listas para actuar y setecientos agentes en esos países participaron en redadas para desmantelar a la organización.

En Marbella, la policía detuvo a Christy Kinahan y a sus hijos, Christy Jr. y Daniel, durante la madrugada mientras dormían. Las autoridades británicas y españolas emitieron sendos comunicados de prensa en los que detallaban el desmantelamiento del peligroso cártel dedicado al tráfico de drogas, armas y lavado de dinero. Sin embargo, los tuvieron que liberar al poco tiempo, dado que la evidencia que tenían era insuficiente para un juzgado.

Emporio del box

"Le ofrecieron la liberación anticipada por su buen comportamiento y Christy, sorprendentemente, la rechazó porque estaba inmerso en un curso de francés. Salió de prisión hablando también español y ruso, que le resultarían muy útiles para hacer amigos con los que hacer negocios"

Una vez liberados, los Kinahan decidieron salir de España una temporada, pero volvieron pronto. En el 2012, Daniel Kinahan se asoció con un boxeador inglés, Matthew “Mack the Knife” Macklin, y fundaron un gimnasio de box en Marbella llamado MGM.

Con los recursos que brinda el narcotráfico reclutaron a un nutrido grupo de púgiles británicos, atraídos por el sol, las instalaciones y los entrenadores de primera. MGM empezó a ejercer una enorme influencia en el boxeo británico e irlandés, y Kinahan, a pesar de las causas que tenía abiertas en España (donde la operación Shovel seguía en marcha), creó un próspero negocio y tapadera para lavar dinero.

Daniel Kinahan también se hizo cargo del día a día del cártel. A diferencia de su padre, que intentaba mantenerse al margen de la guerra de pandillas, su hijo tomó una vena más violenta.

En septiembre del 2015, sicarios de Kinahan asesinaron a Gary Hutch en su departamento marbellí. Hutch trabajaba para Kinahan pero era sobrino del otro gran capo irlandés, Gerry “el Monje” Hutch. Así empezó una guerra entre ambas familias que dejó una treintena de muertos –según la policía–, entre ellos la del hotel Regency de Dublín durante la ceremonia de peso de uno de los boxeadores de MGM.

En su apogeo, MGM llegó a tener un centenar de boxeadores, entre los que estaban algunos campeones del mundo. Tyson Fury fue quizás su fichaje estrella. Había sido campeón de los pesos pesados en el 2015 hasta que el alcohol, la farlopa y una depresión le quitaron el título y le borraron del mapa.

Kinahan lo rescató, se lo llevó a Marbella, en donde lo “rehabilitó” y consiguió que pudiera pelear por el título mundial nuevamente en el 2017, un combate que perdió. MGM también consiguió un acuerdo con la cadena deportiva ESPN por los derechos de transmisión de cinco combates de su pupilo a cambio de cien millones de dólares.

Una de las grandes preguntas que deja el caso es ¿cómo permitían las autoridades británicas que Kinahan se sentara a un costado del ring y se exhibiese en televisión celebrando los triunfos de sus boxeadores? Las federaciones de boxeo tienen pocas normas en las islas británicas y permiten la figura de “asesores”, que no están registrados en la Federación, como el propio Kinahan.

En el 2021, la BBC le dedicó un documental de una hora en el que exponía sus nexos con el crimen organizado y el mundo del boxeo. Como resultado del programa y la constatación de que las federaciones de boxeo no podían hacer nada para detenerlo, Kinahan se mudó a Dubái.

En septiembre del 2020, diez años después de iniciar la operación Shovel, esta llegó a su fin. La Fiscalía solo pudo acusar a los Kinahan de tener un pasaporte falso en el momento de su arresto.

Según la policía británica, solo en España tienen ciento sesenta millones de euros en propiedades con las que lavan el dinero que obtienen del narcotráfico y de la venta de armas. Su suerte parece estarse acabando.

En abril de este año, el gobierno estadounidense les incluyó en la lista de los cincuenta cárteles más peligrosos del mundo. Tienen prohibida la entrada al país, las empresas estadounidenses tampoco pueden hacer negocios con ellos y la DEA ofrece cinco millones de dólares por información que permita capturarlos.

El Lejano Oeste
El clan Kinahan

La prensa irlandesa bautizó la Costa del Sol como el Lejano Oeste de las mafias irlandesas debido al elevado número de asesinatos y atentados cometidos en España. Este es un recuento de los atentados fruto de los ajustes de cuentas de los Kinahan.

Las primeras víctimas fueron Stephen Sugg y Shane Coates, traficantes irlandeses y rivales de los Kinahan. Desaparecieron a principios del 2004 y reaparecieron dos años después, sepultados entre el cemento de un aparcamiento de una urbanización de Alicante. A su otro socio, Richard Keogh, le asesinaron disparándole diez tiros en enero del 2009 en Benalmádena.

Gerard Kavanagh, otro rival del clan, tomaba una cerveza en la terraza de un pub irlandés de Marbella en septiembre del 2014 cuando dos encapuchados le asesinaron. Las imágenes, que fueron grabadas por las cámaras de seguridad del pub, fueron difundidas ampliamente por la prensa sensacionalista británica.

En agosto del 2016, Trevor O’Neill, funcionario del Ayuntamiento de Dublín, veraneaba en Calviá con su familia. El 17 de agosto, un sicario de los Kinahan lo confundió con una persona de la familia Hutch (que también veraneaba en Mallorca) y le asesinó de cuatro disparos por la espalda.

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #295

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