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¿Le llegó la hora a la regulación del cannabis recreativo?

Los que son juiciosos lectores de la Revista Cáñamo, se preguntarán por qué tantos artículos sobre el quehacer legislativo del Congreso de la República en las últimas ediciones, pues la respuesta es que en ningún momento de la historia de Colombia ha existido un número tan alto de propuestas legislativas relacionadas con la reforma de las políticas de drogas.

Los que son juiciosos lectores de la Revista Cáñamo, se preguntarán por qué tantos artículos sobre el quehacer legislativo del Congreso de la República en las últimas ediciones, pues la respuesta es que en ningún momento de la historia de Colombia ha existido un número tan alto de propuestas legislativas relacionadas con la reforma de las políticas de drogas. En los últimos meses se radicaron en el Congreso de la República proyectos de ley que buscan la reforma del artículo 49 de la constitución para dejar de prohibir y ahora regular a las drogas, la eliminación por completo de uso del glifosato tanto en cultivos legales como ilegales, el tratamiento penal diferenciado para cultivadores y otros débiles eslabones del narcotráfico, la creación de un instituto descentralizado para abordar el tema de drogas… y vienen más.  

A su vez el gobierno nacional también insiste en radicalizar sus posturas frente a las drogas con proyectos que pretenden desligar el narcotráfico de la rebelión y así plantear más obstáculos para entrar en futuras negociaciones de paz. Pero estos proyectos también se ven influidos por los fallos de la Corte Constitucional relacionados con la defensa de la dosis personal de drogas, los decretos de los alcaldes de Cali, Medellín y Bogotá que prohíben el consumo en el espacio público… Nunca la reforma de las políticas de drogas ha estado tan agitada en el ámbito normativo y eso es un síntoma de reforma y cambio a todo nivel. Mientras los más progresistas intentan abrir caminos para el cambio, los más conservadores radicalizan sus posturas prohibicionistas. 

Entre todas estas propuestas, una llamó la atención en las últimas semanas y fue el anuncio por parte del senador Juan Carlos Lozada de abrir el debate sobre la regulación de la marihuana recreativa: “Hay que empezar a darse este debate en Colombia, como se ha dado en Uruguay, en Holanda, como se está dando en varios estados de los Estados Unidos, en Canadá (...) Yo creo que ya hay que empezar a dar un debate progresista de avanzada con este tema porque es claro que la lucha antidrogas prohibicionista ha fracasado y le ha traído al país grandes vejámenes en términos de violencia", le dijo a RCN Radio. Este anuncio no solo causó sorpresa en los medios de comunicación, sino que además se le adelantó a Gustavo Bolívar quien había anunciado la presentación de este proyecto de ley, dando un golpe de opinión y visibilizando que el tema del cannabis es de varios sectores del congreso. 

No obstante y hasta la fecha de cierre de esta edición, ni el senador Gustavo Bolívar ni el representante a la Cámara Juan Carlos Lozada habían radicado los proyectos de ley que habían anunciado sobre la regulación del cannabis recreativo. ¿Qué fue lo que pasó?, ¿por qué no ha sucedido?, ¿era un golpe de opinión?, ¿el palo no está pa´cucharas? 

Gustavo Bolivar y Juan Carlos Lozada
Gustavo Bolivar y Juan Carlos Lozada, dos políticos protagonistas del debate sobre la regulación de la marihuana.
Gustavo Bolivar y Juan Carlos Lozada, dos políticos protagonistas del debate sobre la regulación de la marihuana.

La marihuana medicinal aún no está para cosecha

Como todo libre mercado que se debe autorregular a partir de la oferta y la demanda, el cannabis medicinal se enfrenta a una cadena de ajustes que aún no le han permitido madurar. Varios son los factores que todavía generan incertidumbre en el ambiente. Por una parte, más de 60 empresas lograron obtener cerca de 247 licencias al corte del primer semestre del año 2019; esto sin duda ha despertado un apetito inversionista, así como una comercialización de licencias y productos alrededor de la gestión de recursos o el trámite de licencias e insumos para su desarrollo. Aún circulan en el ambiente denuncias del senador Luis Fernando Velasco y del Ministerio de Comercio Exterior sobre rumores de corrupción o tráfico de influencias en el trámite de licencias, rumores que nadie ha salido a ratificar formalmente.

Por otro lado, la confusa noticia sobre las 1.5 toneladas de cupo para exportación de marihuana de la JIFE (Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes) cayó como un balde de agua fría en los inversionistas y empresarios del cannabis medicinal, pues por un lado se evidenció incapacidad técnica y burocrática de los funcionarios encargados de esta gestión en Colombia y en Viena, así como el desconocimiento de la regulación internacional sobre el mercado internacional de cannabis. Para terminar la temporada de noticias desalentadoras sobre el cannabis medicinal, el gobierno nacional está a punto de publicar un decreto que ajusta la regulación y promete hacerla más estricta.  

“No hay suficiente sustrato para que una propuesta de cannabis recreativo germine”, dice un empresario del sector.

Estas situaciones, sumadas a la resistencia del negocio por parte del Presidente de la República, han puesto a los empresarios del cannabis medicinal en alerta máxima sobre sus inversiones y ha llevado a un enérgico llamado por parte de los industriales y los inversionistas para que se ajuste el camino. Pese a esto, a diario vemos anuncios mediáticos que más parecen publirreportajes donde las empresas más grandes del sector alardean de sus últimos avances tecnológicos, plantaciones, certificaciones del Invima con el ánimo de mostrar una industria prospera, innovadora y fuerte que hasta la fecha no ha realizado una exportación masiva, significativa y considerable. Hay mucho dinero invertido en cannabis medicinal en Colombia y hay riesgo de que las cosas no salgan bien, se percibe nerviosismo en el aire y el estado debe calmar las aguas y dar tranquilidad. 

Varios funcionarios del gobierno anterior sienten un sinsabor en la implementación del cannabis medicinal, pues la regulación dejó por fuera las multas y sanciones por el incumplimiento en las reglas para desarrollar cannabis medicinal, tampoco quedó establecido la orientación de las contribuciones para Colciencias, tampoco los recursos para que el Ministerio de Educación y de Salud hagan prevención, tampoco quedó establecida una obligatoriedad de las industria con la responsabilidad social empresarial o la prevención del consumo de sustancias psicoactivas. Estos aspectos hacían parte del espíritu de la regulación, pero muy hábilmente la industria pudo quitárselas de encima.   

Dificultades y ventajas del cannabis recreativo hoy  

Le pregunté a dos empresarios, uno más salvaje que otro, a un activista, a un funcionario público y a un funcionario del Congreso, de quienes omito los nombres para evitar suspicacias, y lo que me dijeron era que claramente primero había que terminar bien la tarea del cannabis medicinal, pues como con el proceso de paz, la lucha debería ser para no dejar retroceder los avances logrados en el papel en el gobierno anterior y poder materializar las expectativas que el marco legal ofrece. En términos de cultivador me dijo uno de ellos: “No hay suficiente sustrato para que una propuesta de cannabis recreativo germine”.

Para poder desarrollar el cannabis se requiere que esto ocurra desde la perspectiva de salud pública, convivencia, seguridad y oportunidades para los más pobres en su orden, pero no como una apuesta electoral por el ego de los políticos como está ocurriendo en este momento. 

Por otro lado, el gobierno colombiano no cuenta con capacidad técnica suficiente para sacar adelante un proyecto como el cannabis recreativo, gran parte de los funcionarios que sacaron adelante el cannabis medicinal ya no están en el gobierno, y tanto la demora en las licencias, como el tema de los cupos, demuestra la incapacidad técnica y científica de los funcionarios actuales, además de que la desarticulación de los ministerios es evidente. Se necesita la capacidad de actuar e interpretar el contexto normativo internacional para defender una clara violación a las convenciones internacionales en lo relacionado al cultivo y venta de marihuana con fines recreativos. El actual gobierno no tienen la capacidad y no desea darse esta pelea.  

Es importante creer que se es posible la regulación del cannabis recreativo y que hay un sinnúmero de oportunidades que se pueden superar con confianza e insistencia.

Pero ante todo hay que ser realistas, pues en un contexto de recrudecimiento de la guerra, donde los grupos armados ilegales tienen total control territorial del cultivo y comercio de la marihuana, no es nada sensato pensar que políticos, organizaciones de las sociedad civil y funcionarios públicos, lleguen a las zonas de cultivo a socializar con las comunidades la propuesta para regular un mercado de 1.000 toneladas de marihuana recreativa que es la fuente de financiamiento de los grupos armados, mafias, empresarios que lavan dinero, funcionarios corruptos, etc. Esta situación, más la posición de funcionarios públicos conservadores y prohibicionistas del Estado, que serían los encargados de implementar una política de este tipo, ponen un contexto poco realista para su implementación. 

Ahora bien, el panorama no es tan oscuro y sería interesante una propuesta de regulación de la marihuana recreativa, porque es definitivamente un golpe político, un golpe de opinión para agitar el debate, para poner a la gente a hablar, para iniciar la pedagogía de algo que es inevitable, para medirse en el debate público y conocer la presión de la sociedad por un cambio o por continuar con el statu quo. Es importante que las personas conozcan el tamaño del mercado potencial y se empiece a orientar el debate hacia la posibilidad de resolver un tema de pobreza, involucrar a los cultivadores tradicionales de marihuana, obtener recursos generosos para el tema de prevención, reducción de riesgo y daño, educación, investigación, etc. 

Es importante hablar de regulación de marihuana recreativa para que tanto el Estado como la industria se vayan preparando en las variables que hay que estimar, las inversiones y los problemas que hay que contener. Es un proyecto que puede congregar muchos actores relevantes para el debate, se han visibilizado actores por todas las esferas y deben irse perfilando. Por último, hay que adelantar el debate para desprenderse de la “dificultad autocumplida” de quienes se acercan al Estado con el prejuicio de que siempre va a ser lento, difícil, corrupto, amañado, etc. Es importante creer que se es posible y que hay un sinnúmero de oportunidades que se pueden superar con la confianza, la insistencia y la eliminación de los intermediarios en muchas ocasiones.  

Recomendaciones para la regulación del cannabis recreativo

El grupo de Acciones Para el Cambio hizo algunas recomendaciones puntuales para tener en cuenta a quienes tengan en sus planes emprender la tarea de regular el cannabis para uso recreativo, el resumen de algunas de ellas: 

  • Es necesario elaborar los proyectos de ley de la mano del texto vigente del Código Penal a fin de dar seguridad jurídica a todas las personas que se involucren en la trazabilidad del cultivo, la producción, la comercialización y el consumo.
     
  • Siempre debe estar incluido enfoques diferenciales como el enfoque de género o el enfoque étnico. Tampoco se precisa qué se entiende por justicia social.
     
  • Incluir disposiciones sobre el tratamiento de semillas nativas, para tener oportunidad de generar incentivos para el rescate y conservación de dichas semillas.
     
  • Plantear un régimen de transición y las condiciones sobre las cuales se podrán reconocer cultivos existentes. Lo anterior es fundamental para garantizar la calidad de producto.
     
  • Estar alertas en la creación de de un Instituto de Regulación de Sustancias Psicoactivas. Capacidad técnica, burocracia, evitar la politización etc.
     
  • Establecer vías de acceso al cannabis. Dichas vías deben estar detalladas en la legislación para generar seguridad jurídica para las personas usuarias, así como determinar mecanismos de acceso que incorporen medidas de salud pública.
     
  • El enfoque debe incluir a las víctimas de la guerra contra las drogas, específicamente por la prohibición de la marihuana. El apartado relacionado con víctimas de la guerra contra las drogas debe estar orientado a resolver un problema de pobreza, conflicto y falta de oportunidades en el campo colombiano, causas que alimentan el tráfico ilegal de marihuana.
     
  • El objetivo es también cuidar a los niños, niñas y adolescentes. Debe ser muy clara la regulación en temas como acceso a menores de edad, publicidad, estrategias de prevención, educación a los padres, publicidad y patrocinios, lugares de venta, lugares de consumo, etc.
     
  • Incluir en las mesas de trabajo a personas usuarias y asociaciones en la materia para conocer su opinión sobre el decreto.

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #12

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