Los 75 congresistas chilenos que se presentaron para el test de drogas hace un mes han dado negativo. Las pruebas de cabello han concluido que ninguno de los legisladores ha consumido ninguna de las sustancias ilegales buscadas. Se trata de la primera de las pruebas de drogas que se realizan en el Congreso después de que el pasado julio se aprobara la ley que las ampara. Aunque estaba previsto realizar este primer análisis a 78 congresistas (de un total de 150), dos no se presentaron y otro estaba fuera del país.
La medida de los tests está pensada para que cada seis meses se realice un análisis aleatorio de drogas sobre el pelo de la mitad de diputados. Si un diputado da positivo entonces su nombre se tiene que hacer público y se revisan sus cuentas bancarias para buscar si hay transferencias de más de 28.000 euros sin justificar. La medida fue impulsada por la derecha parlamentaria con el objetivo manifiesto de detectar posibles vínculos de los parlamentarios con el narcotráfico.
Los congresistas que no acudieron al primer análisis fueron Marisela Santibáñez y Clara Sagardia, ambas del partido socialista en Convergencia Social, y Jorge Durán, congresista de la coalición de derecha Chile Vamos. Según Heraldo, Santibáñez y Sagardía fueron dos de las cinco diputadas que presentaron un recurso judicial en contra de la ley, alegando que esta vulnera garantías constitucionales. A consecuencia de su ausencia, los tres deberán presentarse ante la Comisión de Ética Corporativa.
La prueba está pensada para detectar el consumo de cannabis, cocaína, benzodiacepinas, algún tipo de anfetamina o sustancias opioides. Los parlamentarios podrán avisar de que consumen alguna sustancia por motivos médicos antes del examen, para evitar que se active el protocolo si dan positivo. En los próximos días se someterán a la prueba los 77 congresistas que no fueron convocados en la primera.
