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Principios del uso responsable del cannabis

Keith Stroup, fundador de la influyente NORML (National Organization for the Reform of Marijuana Laws), publica lo que considera que deberían ser las bases para entender “un consumo responsable”.

NORML es una organización que lleva defendiendo el derecho al consumo de marihuana desde los años 50 en los Estados Unidos. Keith Stroup es considerado el fundador de este grupo de presión y uno de los defensores más reconocibles de la legalización dentro y fuera de este movimiento.

Stroup cree que así como tenemos claras (más o menos) distinciones entre lo que es uso y abuso en otras sustancias, como el tabaco, el alcohol u otras drogas, también deberíamos tomar en serio esta distinción cuando hablamos del cannabis. Es lo que diferencia a los ciudadanos responsables, que son capaces no solo de hacerse cargo de su cuerpo sino también de las relaciones que mantiene su cuerpo con el resto de la sociedad, de los irresponsables, los que creen que están solos en el mundo. Dado que ahora existen millones de consumidores, Stroup propone algunas ideas de lo que debería ser el “consumo responsable” del cannabis.

NORML

Para empezar, disfrutar del cannabis de forma responsable implica que los consumidores no se vean sometidos a duras sanciones penales y civiles, pues carece de beneficio público y provoca terribles injusticias. Por razones de seguridad pública, salud pública, economía y justicia, las leyes que prohíben el uso del cannabis deben derogarse en la medida en que penalicen el consumo responsable de cannabis.

Dicho esto, y suponiendo que esto ultimo se cumple, las bases son las siguientes:

I. Solo adultos

El consumo de cannabis es solo para adultos. Es una irresponsabilidad proporcionar cannabis a los niños.

Así como no dejamos que los niños conduzcan, se casen o puedan adquirir una hipoteca, hay cosas que no encajan con esa edad. La marihuana es una. Es absurdo pensar que un joven debería pasar toda esa etapa sin acercarse a ningún tipo de sustancia intoxicante (lo van a hacer) pero tampoco se trata de dejarlo en bandeja. La cuestión es educar a la juventud para que crezcan como adultos responsables.

II. No conducir

El consumidor responsable de cannabis no opera un vehículo de motor u otra maquinaria peligrosa mientras está afectado por el cannabis, ni (como otros ciudadanos responsables) si está afectado por cualquier otra sustancia o condición, incluidos algunos medicamentos y la fatiga.

Pese a que existan artículos que defiendan que consumir cannabis afecta poco o nada a la conducción, lo cierto es que por el momento, ser responsable implica no conducir si te planteas una sesión de marihuana. Puede que fumar sea más seguro que beber a la hora de coger el volante, pero ¿por qué poner en riesgo a alguien solo porque sea menos peligroso?

III. Actitud y circunstancias sociales

El consumidor responsable de cannabis considerará cuidadosamente su entorno y circunstancias, regulando el uso en consecuencia.

Si las condiciones no son adecuadas para el consumo, el consumidor deberá decir “no” y renunciar. Así como se le pide a un doctor que no beba alcohol cuando vas a hacer una operación a corazón abierto, existen contextos en los que es mejor no consumir cannabis.

IV. Resistir el abuso

El abuso de cannabis, en la medida en que perjudique la salud, el desarrollo personal o los logros, es algo que deben resistir los consumidores responsables de cannabis.

El abuso suele implica daño al organismo, sea este directo o indirecto. Por tanto, el consumidor responsable evitará llegar hasta ese punto en su consumo de marihuana.

V. Respetar los derechos de los demás

El consumidor responsable de cannabis no viola los derechos de los demás, observa los estándares aceptados de cortesía y propiedad pública, y respeta las preferencias de quienes desean evitar el cannabis por completo.

No hace falta añadir más: para que uno pueda disfrutar de sus derechos debe tratar de respetar el de los demás.

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