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En Detroit existen penas para el tráfico de cannabis que van desde quinientos dólares por cinco onzas, hasta diez millones de dólares y/o quince años de cárcel por más de cuarenta y cinco kilos. De igual forma, con más de cinco kilos ya corres el riesgo de ir a parar al talego por un lustro.

Detroit rock city. Ciudad de metal e industria cuyo nombre viene del francés Citât d’Étroit, que significa ‘ciudad del estrecho’, con una población de casi un millón de habitantes, pero con más de cuatro millones en la zona metropolitana. Ciudad fronteriza que colinda con Windsor (Ontario). La economía que se basó en la producción automotriz está cambiando hacia la economía cannábica. Existen poco más de cien dispensarios en la ciudad, la mayoría concentrados en la zona del río Detroit.

Detroit, que se encuentra en el estado de Michigan, donde, según la ley, un adulto puede poseer hasta dos onzas y media de marihuana y hasta quince gramos de concentrados cannábicos. Un adulto debe almacenar la marihuana en un recipiente seguro y lejos del público. Dos onzas y media son setenta gramos: Michigan es el estado que más cantidad de yerba permite para uso personal y lúdico. Un marihuano mayor de edad puede transferir a otro también la misma cantidad sin remuneración, es decir, sin vender.

A pesar de todo, existen penas para el tráfico de cannabis que van desde quinientos dólares por cinco onzas, hasta diez millones de dólares y/o quince años de cárcel por más de cuarenta y cinco kilos. De igual forma, con más de cinco kilos ya corres el riesgo de ir a parar al talego por un lustro.

Platicamos con Billy Ray, un negro que además de fumeta aboga por los derechos de los de su raza para que tengan las mismas oportunidades en el negocio cannábico. Alrededor del ochenta por ciento de la población de Detroit es de raza negra. “La marihuana siempre ha sido un pretexto para reprimir a mis hermanos. Por eso estamos luchando para reparar esos años de opresión, que el cannabis negro sea una herramienta para combatir la pobreza y el crimen, que salgamos adelante como comunidad”, dice Ray.

Un adulto puede cultivar hasta doce plantas en su casa, una cantidad generosa: “Las plantas tienen que estar ocultas del público porque de lo contrario te pueden multar con cien dólares y confiscártelas. Igual si fumas en público, aunque hay que definir qué significa lugar público: ¿mi cochera?, ¿un parque?, ¿un festival? Las multas no están muy claras tampoco, pueden ser de hasta mil dólares. Lo mejor es que no te apañen: mientras menos hables con la poli, mejor, tío. Volviendo al tema del cultivo personal, las penas tampoco están claras, ya que depende de la cantidad de plantas que tengas, si consideran que hay intención de vender o si hubo violencia, o sea, términos vagos y subjetivos que se pueden interpretar de forma diferente cuando es alguien de raza negra o de raza blanca. ¿Sabes a lo que me refiero, viejo? La multa mínima será de quinientos dólares”.

La Oficina encargada de dar las licencias tiene el mandato de ofrecer oportunidades a las comunidades marginadas, pero han tenido ciertos problemas para llevar a cabo esto. Lo último: una demanda que ha suspendido indefinidamente el procesamiento de solicitudes de dispensarios de marihuana recreativa en la ciudad de Detroit después de que un juez federal en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en el distrito Este de Michigan calificara como “inconstitucional” la ordenanza de la ciudad que da preferencia a los residentes que han vivido durante mucho tiempo en Detroit.

En su opinión, el juez federal de distrito Bernard Friedman dijo que el proceso para obtener una licencia de marihuana recreativa en Detroit “otorga una ventaja injusta, irracional y probablemente inconstitucional a los residentes de Detroit a largo plazo sobre todos los demás solicitantes”.

Crystal Lowe, de treinta y tres años, demandó a la ciudad después de que el consejo aprobara una regla que permitía a los residentes que han vivido en Detroit durante los últimos diez años solicitar licencias de marihuana recreativa antes que otros. Lowe argumentó en su demanda presentada en marzo en el Tribunal de Circuito del Condado de Wayne que la ordenanza daba preferencia injusta a los residentes de Detroit. Por su parte, el alcalde Mike Duggan alega que la decisión del juez no influirá en la motivación que originó dicha ley: “Nunca vamos a tener una repetición de la situación de la marihuana medicinal donde el noventa por ciento de los que no son de Detroit obtuvieron los negocios. Eso simplemente no va a suceder”, dijo.

Para Billy Ray todos son iguales: “Todos van persiguiendo el oro verde. Leí por ahí que es importante diferenciar entre equidad e igualdad, aunque ambos necesitan una mayor representación en el cannabis. La equidad apoya a las personas según sus necesidades, con un ojo en la representación proporcional (raza, género y más) para lograr una mayor equidad en general. La igualdad trata a todos por igual independientemente de la necesidad. Una diferencia importante en el cannabis es que, sin equidad primero, no encontraremos igualdad”.

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #290

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