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¿Cómo puedo aprovechar las hojas?

Me he guardado todas las hojas que corté a las plantas durante la manicura. Este octubre, cuando coseché las dos plantas que tenía en el balcón, decidí separar las hojas poniendo, por un lado, las grandes, que no parecían tener resina, y por otro, todas las pequeñas que iba recortando de los cogollos y que sí tenían resina. Las extendí en unos periódicos y las puse a secar. Como hacía mucho calor, estaban secas y crujientes en tres o cuatro días. Luego las guardé en botes de cristal. Mi pregunta es: ¿qué puedo hacer con ellas?, ¿cuál es la mejor forma de aprovecharlas?, ¿qué me recomiendas? Un saludo, profesor, y muchas gracias.
Jordi

Las hojas que cortamos durante la manicura del cannabis se pueden usar de varias maneras. Si tienen mucha resina se pueden usar para fumar o vaporizar. No son tan potentes como los cogollos, pero sirven para mezclar con estos en lugar de usar tabaco o para consumir durante el día cuando no queremos un efecto tan potente. Otra buena forma de aprovecharlas es destinarlas a la producción de hachís. Se pueden pasar por un tamiz en seco para extraer el polen o usarlas en una extracción con agua y hielo para elaborar ice hash. La extracción en seco produce un hachís más aromático y sabroso pero menos concentrado, pues suele contener más restos vegetales, mientras que la extracción con agua y hielo da un producto muy limpio, casi resina pura, aunque pierde algo de aroma y sabor en el proceso. Las hojas resinadas también sirven para fabricar BHO, que es un extracto elaborado con gas butano, pero, dada la peligrosidad de trabajar con un producto tan inflamable, no lo recomendamos en absoluto. Otro sistema interesante es hacer una tintura metiendo las hojas resinosas en alcohol etílico apto para el consumo (se puede sustituir por vodka, ginebra u otro licor de alta graduación) y dejándolas macerar durante un rato antes de filtrarlas. El efecto de la tintura combina el del alcohol y el del cannabis, por lo que debe usarse con precaución.

Por último, si queremos aprovechar las hojas sin resina o los restos que quedan después de hacer hachís con las hojas resinosas la mejor opción, en mi opinión, es elaborar mantequilla o aceite de cannabis, que luego emplearemos en la cocina. Para ello hay que mezclar las hojas con el aceite o la mantequilla derretida, calentar la mezcla ligeramente (no hace falta que alcance una temperatura muy alta, con 50 ºC es suficiente) y esperar una hora más o menos para que los cannabinoides se disuelvan en el aceite. Luego filtramos con un colador para separar las hojas y guardamos el aceite o la mantequilla de cannabis en la nevera para usar cuando queramos. Es recomendable no someterlo a altas temperaturas cuando cocinemos con él para que no pierda sus propiedades psicoactivas. Lo mejor es añadirlo al plato una vez cocinado, por ejemplo, se puede poner una cucharada de aceite de cannabis en la ensalada, en la salsa de una pasta, etc.

El efecto del cannabis por vía oral tarda entre una y dos horas en aparecer, por lo que es esencial tener paciencia. Es muy frecuente que los usuarios inexpertos piensen que no les está subiendo y aumenten la dosis antes de tiempo, con lo que luego, cuando finalmente acaba haciendo efecto, se encuentran demasiado colocados. El cannabis comido sube mucho, aunque tarda en hacerlo. Nunca hay que aumentar la dosis prevista antes de dos horas o más después de la ingesta.

Profesor Cáñamo

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