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¿Cuándo debo cortar?

Me gustaría hacerte una consulta sobre la cosecha. He plantado una variedad que es de floración muy lenta, una sativa pura. Ahora me doy cuenta de que no debería haber sembrado esta semilla en exterior, pues parece florecer excesivamente despacio y creo que no acabará de madurar a tiempo, seguramente el frío llegará antes de que acabe de cogollar. Vivo en una casa unifamiliar en Cercedilla, un pueblo de la Sierra de Madrid donde no es raro que las temperaturas nocturnas bajen bastante en noviembre e incluso hiele. La planta es bastante grande: mide unos dos metros y está en una maceta de veinte litros, en un patio en la parte trasera de la casa, junto al jardín. Mi pregunta es sobre qué debo hacer: ¿cómo consigo que la planta cogolle y llegue a la cosecha?, ¿puedo acelerar la floración?, ¿debo protegerla del frío? Te agradezco cualquier consejo que puedas darme. Un saludo.
Roberto

Las dos soluciones que propones son válidas: puedes acelerar la floración para que madure antes y cosecharla antes de que llegue el frío o puedes proteger la planta del frío nocturno para que siga floreciendo hasta su fecha de cosecha natural. También puedes combinar ambos sistemas. Vamos primero con el mejor método para lograr una floración más rápida y sus beneficios e inconvenientes. La mejor forma de acelerar la floración de una planta de cannabis es alargar las noches. Con dos horas más de oscuridad ininterrumpida cada noche puedes cosechar la planta entre una y dos semanas antes fácilmente. Para ello debes trasladar la planta a una habitación en completa oscuridad desde dos horas antes de la puesta de sol y dejarla allí hasta la mañana o, si lo prefieres, llevarla a la habitación cuando se ponga el sol y no sacarla hasta dos horas después de que amanezca. Es muy importante que las horas de noches sean seguidas y sin interrupción; si entras en la habitación a mitad del periodo de oscuridad y enciendes la luz, fastidiarás el proceso. Este sistema se debe aplicar todos los días para que tenga el efecto deseado. A veces, si la planta es demasiado grande y pesada o no tenemos un lugar donde meterla, podemos optar por construir una estructura a su alrededor y taparla bien con un plástico negro que no deje pasar la luz. En este último caso solo hace falta taparla hasta que sea de noche, luego se puede destapar el resto de la noche, pero también hay que tener cuidado de no encender ninguna luz en el jardín que pueda alterar el proceso. Normalmente, este sistema da muy buenos resultados pero reduce un poco, no mucho, la producción, puesto que la planta tiene menos tiempo para desarrollar los cogollos. En cualquier caso, es mucho mejor hacerlo así que dejar la planta creciendo con el fotoperiodo natural y cosecharla dos semanas antes, pues alargando las noches logramos que los cogollos realmente maduren, mientras que cortando la planta antes de tiempo nos quedaremos sin la mayoría de la resina que se produce en las últimas semanas de maduración.

Para proteger las plantas del frío hay varios sistemas. El mejor es meterlas en un invernadero, pero eso, lógicamente, solo está al alcance de quien disponga de uno. Otro método, si las temperaturas frías solo se dan por la noche, es meter la planta a cubierto al anochecer y sacarla por la mañana. Este sistema combina perfectamente con la aceleración de la floración y permite proteger del frío y, además, cosechar antes. Por último, si las temperaturas bajan hasta cerca de cero grados pero sin llegar a helar, se pueden proteger las raíces cubriendo las macetas con material aislante como corcho o lana de roca para ayudar a que mantengan el calor y confiar en que la planta puede resistir temperaturas bastante bajas (siempre que no sean bajo cero) sin grandes problemas cuando las raíces se mantienen más o menos templadas.

Profesor Cáñamo

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