¿Qué le falta a mi planta?

¿Cómo saber si las plantas tienen carencias de hierro o magnesio? Aunque ambos son minerales esenciales, su deficiencia se presenta de manera distinta. El magnesio es un elemento móvil, lo que significa que cuando falta, la planta lo toma de las hojas viejas y lo traslada a las puntas en crecimiento, causando manchas amarillas en las hojas más antiguas. Por otro lado, el hierro es inmóvil, por lo que su deficiencia se manifiesta en las hojas nuevas en forma de clorosis.

Si tus plantas presentan manchas amarillas en las hojas medias o bajas, con nervios verdes y manchas anaranjadas en los bordes y las puntas, lo más probable es que tengan carencia de magnesio. Esta deficiencia no siempre es causada por la falta de magnesio en el suelo, sino por otros factores como un exceso de calcio, un pH demasiado bajo, una EC demasiado alta o un sustrato permanentemente encharcado. Para corregirlo, podemos añadir sulfato de magnesio al agua de riego o aplicarlo en pulverización foliar.

Por otro lado, si las hojas más nuevas presentan clorosis, es decir, se vuelven amarillas pero los nervios permanecen verdes, lo más probable es que las plantas tengan deficiencia de hierro. Esta carencia está relacionada con un pH alto, superior a 6,5, que bloquea el hierro en el sustrato e impide su absorción. Para corregirlo, es necesario mantener el pH del sustrato por debajo de 6,5 y aplicar hierro quelatado, que las plantas pueden absorber incluso con un pH superior a 6,5.

En resumen, la carencia de hierro y magnesio puede afectar al crecimiento y desarrollo de las plantas de interior. Aprender a detectar los síntomas y corregir las deficiencias de manera efectiva nos ayudará a mantener nuestras plantas sanas y vigorosas.