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Nootrópicos: las drogas inteligentes, sus efectos y sus riesgos

¿Quién no querría ser más inteligente, tener mejor memoria, concentración, energía, motivación, productividad, creatividad y sin apenas riesgos? Esta es la promesa de las sustancias nootrópicas, también conocidas como potenciadores cognitivos o drogas inteligentes. Pero no es oro todo lo que reluce: conviene evaluar bien su eficacia real y poner medidas de seguridad antes de aventurarse a probarlas. 

Hace ya más de una década se estrenó una película en Hollywood titulada Sin límites (Limitless), en la que Edward “Eddie” Morra (Bradley Cooper), un escritor bloqueado y deprimido, probaba una droga experimental que llamaba NZT y se convertía en un genio en todas las esferas de la inteligencia y en todas las áreas de su vida, pasando a ser un superanalista exitoso capaz de aprender idiomas en segundos y predecir acontecimientos. 

Por desgracia para todas las personas que después de ver la película buscaron esta misteriosa sustancia (incluso algunas preguntaron en Energy Control), un compuesto tan asombroso no era más que un producto de la ficción literaria y cinematográfica. No existe nada tan maravilloso, pero sí que despertó el interés de muchas personas acerca de cómo podían mejorar las funciones cognitivas como la inteligencia, la memoria, el razonamiento, la atención, la creatividad, la energía, etc., mediante el uso de sustancias, algo que se lleva explorando desde hace décadas (sino siglos) en la investigación de lo que se conoce como nootrópicos.

Los nootrópicos, también llamadas drogas inteligentes, smart drugs o potenciadores cognitivos, son sustancias que mejoran las capacidades cognitivas de las personas y lo hacen sin apenas riesgos (en teoría). Estas sustancias actúan en el cerebro y el sistema nervioso central, modificando la química cerebral y mejorando la comunicación entre las neuronas. Los nootrópicos pueden ser de origen natural, como ciertas plantas o alimentos, o sintéticos, desarrollados en laboratorios farmacéuticos, generalmente para el tratamiento del declive cognitivo en enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o el párkinson. 

Aunque actualmente exista un gran mercado de nootrópicos, y muchas personas afirmen que tienen grandes efectos, la realidad es que en personas sanas sus efectos no suelen ser muy notorios; de hecho, a veces son tan sutiles que es difícil saber si están haciendo algún efecto, lo cual es un terreno abonado para que a veces se manifieste el famoso efecto placebo. Por este motivo, suelen combinarse varios de ellos en forma de combos o stacks para buscar que sus efectos sean lo suficientemente patentes como para hacerse perceptibles. Además, existe una gran variabilidad individual en cuanto a sus efectos, y lo que en algunas personas funciona en otras no o puede incluso resultar contraproducente. 

Pese a esto, su uso en ciertas comunidades como estudiantes universitarios o de oposiciones, académicos, creativos, financieros o CEO no es ninguna novedad y cuenta cada vez con más adeptos que alaban sus efectos como una especie de dopaje intelectual, al igual que ya conocemos el uso de otras muchas sustancias para potenciar (con más o menos riesgos) el rendimiento deportivo. 

Existen debates acerca de si se pueden considerar sustancias nootrópicas aquellas que puedan no ser sanas y a la larga pueden causar adicción o toxicidad, pero la realidad es que hay muy pocas sustancias que tengan psicoactividad directa o indirecta y no tengan algún tipo de riesgo (la dosis hace el veneno siempre, hasta con el agua). Además, conviene recordar que, en muchos casos, la potenciación de una cualidad mental suele ser a costa de otra. Por ejemplo, si potenciamos mucho la energía, puede producirse ansiedad y una pérdida de la calma, o si potenciamos mucho la concentración a veces se puede producir una disminución de la creatividad.

Dicho esto, todavía hay mucho que no sabemos de estas sustancias y sus mecanismos de acción, pero veamos cuáles son las sustancias que aparentemente tienen efectos nootrópicos y las familias a las que pertenecen.

Algunas sustancias con propiedades nootrópicas 

Estimulantes y eugeroicos 

Los estimulantes son sustancias que aumentan la actividad del sistema nervioso central y mejoran la atención, la concentración, la motivación y la energía (esta última característica es muy notoria). Normalmente se usan para tratar el TDAH. Sus riesgos a dosis altas suelen estar relacionados con la sobreestimulación del sistema cardiovascular (hipertensión, taquicardia, arritmias...), la ansiedad, el nerviosismo, el insomnio o, en uso continuo, pueden producir tolerancia y adicción. Algunos ejemplos de estimulantes nootrópicos incluyen: 

  • Cafeína: presente en el café, el té y algunas bebidas energéticas, es uno de los nootrópicos más consumidos en todo el mundo. 
  • Anfetaminas: como el Elvanse, utilizado principalmente para tratar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). 
  • Metilfenidato: como el Rubifén o Concerta, también utilizado en el tratamiento del TDAH. 
  • Modafinilo: un estimulante no anfetamínico utilizado para tratar la narcolepsia y otros trastornos del sueño.
  • Nicotina: estimula la liberación de neurotransmisores, mejorando la atención, el enfoque y la memoria a corto plazo. También actúa como agonista colinérgico. 

Colinérgicos 

Los colinérgicos son sustancias que mejoran la función del neurotransmisor acetilcolina, relacionado con la memoria y el aprendizaje. A ciertas dosis pueden producir somnolencia, bradicardia o dolor de cabeza. Ejemplos de colinérgicos nootrópicos incluyen: 

  • Colina: un nutriente esencial presente en alimentos como huevos y carne, que es precursor de la acetilcolina.
  • Citicolina (CDP-colina): aumenta la síntesis de fosfatidilcolina y mejora la función cognitiva, la memoria y la atención. 
  • Alfa-GPC (L-alfa-glicerilfosforilcolina): potencia la producción de acetilcolina, mejorando la memoria, el aprendizaje y la función cognitiva general. 
  • Huperzina A: inhibe la acetilcolinesterasa, lo que aumenta los niveles de acetilcolina y mejora la memoria y la cognición. 
  • Donepezilo: fármaco inhibidor específico y reversible de acetilcolinesterasa, aprobado para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. 
  • Galantamina: alcaloide con efecto inhibidor selectivo, competitivo y reversible de la acetilcolinesterasa (AchE) y actividad colinérgica; indicada para la enfermedad de Alzheimer y deterioro cognitivo leve-moderado. 

Racetams 

Compuestos químicos sintéticos que comparten una estructura química similar al Piracetam y que se conocen por sus propiedades nootrópicas. Estos compuestos mejoran la función cognitiva, la memoria y el aprendizaje, en parte a través de la modulación de los neurotransmisores, sobre todo la acetilcolina, y la mejora de la comunicación entre las neuronas. 

  • Piracetam: comercializado como Nootropil, fue el primer nootrópico sintético desarrollado que mejora la memoria y la función cognitiva. 
  • Aniracetam: un derivado del piracetam que mejora la memoria y la creatividad, además de tener efectos ansiolíticos. 
  • Noopept: no es estrictamente un racetam, pero se le parece. Es un potente nootrópico colinérgico que mejora la memoria, el aprendizaje y la concentración. 

Adaptógenos

Los adaptógenos son sustancias naturales que ayudan al cuerpo a adaptarse al estrés y a equilibrar las funciones del sistema nervioso y endocrino, pudiendo mejorar los niveles de energía y memoria en situaciones de estrés. Un exceso puede producir somnolencia o insomnio, nerviosismo, o ser tóxicos a dosis muy altas. Ejemplos de adaptógenos nootrópicos incluyen: 

  • Ginseng: una planta medicinal cuyos extractos se utilizan para mejorar la resistencia al estrés y la fatiga. 
  • Ashwagandha: una planta de la medicina ayurvédica que mejora la función cognitiva y reduce la ansiedad. 
  • Rhodiola rosea: otra planta adaptógena que mejora la resistencia al estrés y a la fatiga. 

Otras plantas nootrópicas: 

  • Bacopa monnieri: potencia la transmisión sináptica y mejora la memoria a largo plazo, el aprendizaje y la función cognitiva. 
  • Ginkgo biloba: mejora la circulación cerebral y la función cognitiva, incluyendo la memoria y la atención. Tiene efecto anticoagulante, por lo que puede tener interacciones farmacológicas y otros riesgos. 
  • Vinpocetina o vincamina: mejora la circulación cerebral y el metabolismo del oxígeno, lo que puede contribuir a una mejor función cognitiva, memoria y atención. Además, tiene propiedades neuroprotectoras y antiinflamatorias. 
  • Hericium erinaceus (hongo melena de león): estimula la mielinización en ensayos in vivo y estimula el factor de crecimiento nervioso en experimentos in vitro con células astrocitoma en humanos. También puede incrementar la función cognitiva. 

Nutrientes, aminoácidos y vitaminas 

Algunos nutrientes, aminoácidos y vitaminas tienen propiedades nootrópicas, ya que contribuyen al correcto funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso, pero esto se manifiesta principalmente en personas que ya tengan una carencia de las mismas. Su exceso podría llegar a producir problemas gastrointestinales. Ejemplos de estos nootrópicos incluyen: 

  • Creatina: mejora la energía celular y la producción de ATP en el cerebro, lo que puede aumentar la función cognitiva, la memoria de trabajo y la inteligencia fluida, especialmente en situaciones que requieren un mayor esfuerzo mental. 
  • Ácidos grasos omega-3: presentes en pescados grasos y algunos aceites vegetales, son esenciales para la función cerebral y la salud cardiovascular. 
  • Vitamina B6: esencial para la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, se encuentra en alimentos como el pollo, el pavo y las legumbres. 
  • Vitamina B12: importante para el funcionamiento del sistema nervioso y la producción de glóbulos rojos, se encuentra en productos animales como carne, pescado y lácteos. 
  • Magnesio: contribuye a la función sináptica y neuromodulación, mejorando la memoria, el aprendizaje y la plasticidad neuronal. 
  • L-teanina: promueve la relajación sin sedación, mejorando la atención, la concentración y el estado de ánimo. 
  • N-acetil-L-tirosina (NALT): aumenta la síntesis de catecolaminas (como la dopamina), mejorando la resistencia al estrés, la concentración y el estado de ánimo. 
  • Acetil-L-carnitina (ALCAR): ayuda en la producción de energía celular y la función mitocondrial, aumentando la memoria, la cognición y el estado de ánimo. También estimula la actividad de la acetilcolina. 
  • N-acetil-L-cisteína (NAC): actúa como antioxidante y modulador del glutamato, mejorando la función cognitiva y la estabilidad emocional. 

Existen muchas combinaciones o stacks de estas sustancias que se toman con objeto de hacer sus efectos más notorios. Por ejemplo, una de las más populares es la conocida como smart caffeine (‘cafeína inteligente’), que combina una parte de cafeína con dos partes de L-teanina (por ejemplo, 100 mg de cafeína con 200 mg de L-teanina), lo que consigue mejorar el efecto nootrópico de la cafeína y reducir sus efectos indeseados, como la ansiedad o el nerviosismo. 

Nootrópicos: las drogas inteligentes, sus efectos y sus riesgos

Reducción de riesgos con nootrópicos  

Antes de tomar nada, hay que preguntarse si ya se tiene una buena dieta, ejercicio, sueño-descanso, vida social, gestión del estrés, hábitos saludables (física y mentalmente), estilo de vida…; mejorar estas variables puede tener más poder que cualquier nootrópico. 

Como con cualquier sustancia o droga (legal e ilegal), los nootrópicos pueden tener riesgos potenciales, tanto a corto como a largo plazo, según cuales sean o cómo se tomen, pero también hay estrategias para reducirlos. Por lo tanto, antes de decidir tomar una droga inteligente, es recomendable: 

  • Informarse muy bien de la sustancia que se va a probar, buscando si hay investigaciones científicas que avalen sus efectos (PubMed y Examine.com son muy buenos puntos de partida) y cuáles son sus riesgos, dosis, etc. Conviene desconfiar de quien diga que una sustancia no tiene riesgos ni efectos secundarios o es muy efectiva (ojalá hubiese sustancias como el NZT, las estaría usando todo el mundo). Todas las sustancias tienen riesgos, aunque no por ello el balance beneficio-riesgo de su uso sea siempre desfavorable (por ejemplo, los medicamentos también tienen riesgos y los usamos porque compensan), pero es importante conocerlos muy bien de antemano para reducirlos. 
  • Aunque la mayoría de los nootrópicos puedan tener un perfil de seguridad aceptable, se debe consultar con un médico antes de tomar cualquier cosa, máxime si se trata de un fármaco con prescripción o que se vaya a usar para una indicación que no sea su principal. 
  • Si es una sustancia que proceda del mercado negro o desregulado, es muy importante analizarla siempre que sea posible, para verificar su pureza y descartar posibles adulteraciones. 
  • Cuidado con las mezclas: aunque en el mundo de los nootrópicos sea muy habitual combinar varios en busca de mayores efectos, mezclar puede hacer que los riesgos aumenten o sean más impredecibles, por lo que se debe estudiar bien su seguridad antes de hacerlas. Asimismo, se debe estudiar las posibles interacciones farmacológicas de estas sustancias con tratamientos médicos que se puedan estar tomando. 
  • Dosificar siempre empezando desde la dosis más baja, porque, en general, a mayor dosis, también mayor riesgo. Lo ideal es buscar la mínima dosis que sea efectiva y no olvidar que estas sustancias pueden no producir los efectos buscados independientemente de que se aumente la dosis, y pueden empezar a manifestarse efectos secundarios sin que aparezca el efecto buscado. 
  • Puede ser muy útil llevar un diario para planificar el uso, controlar dosis, frecuencia y efectos del consumo de estas sustancias, siempre escuchando al cuerpo y siendo honestos: si no está funcionando, puede ser que no funciona. 
  • Si se toman durante mucho tiempo, es conveniente tomarlos por ciclos y hacer descansos frecuentes en su consumo. 

Aunque la eficacia real de muchas de estas sustancias esté en entredicho y todavía quede mucho por investigar sobre ellas, lo que está claro es que hay personas que las toman y refieren obtener resultados positivos en su uso, así como otras tantas interesadas en explorar este mundillo, por lo que es muy importante informarse adecuadamente y aplicar siempre prudencia, información y medidas de reducción de riesgos para que el balance beneficio-riesgo sea siempre lo más favorable posible, mientras esperamos que la ciencia nos siga descubriendo el prometedor mundo de los nootrópicos. 

Referencias 

Ruiz Franco, J.C. (2011). Drogas inteligentes: plantas nutrientes y fármacos para potenciar el intelecto. España: Paidotribo. 

Romero Aznar, P. (1989). 300 medicamentos para superarse: física, sexual e intelectualmente. España: Dictext. 

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #306

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