Pasar al contenido principal

El auge y decadencia de la mefedrona y sus derivados

En este artículo vamos a hacer un repaso del recorrido de esta sustancia desde el momento de su máxima popularidad hasta la práctica desaparición de los mercados tanto de la misma como de sus derivados. 

Alrededor del 2008, el mercado de nuevas sustancias psicoactivas, que en aquel momento era relativamente limitado, vio un aumento masivo de popularidad debido a la aparición de la mefedrona (también conocida como 4-MMC). Esta sustancia desencadenó un período frenético de aparición de nuevos compuestos, muchos como respuesta directa a la prohibición de la 4-MMC en el 2010. En este artículo vamos a hacer un repaso del recorrido de esta sustancia desde el momento de su máxima popularidad hasta la práctica desaparición de los mercados tanto de la misma como de sus derivados.

El mercado gris hace referencia al tráfico de nuevas sustancias psicoactivas (NPS sus siglas por su nombre en inglés: new psychoactive substances) que se venden bajo la premisa de que no son para el consumo humano, pero que producen efectos psicoactivos si se consumen. No están explícitamente prohibidas y existen en un limbo legal. Más que legales, son alegales, y se venden principalmente en páginas web y algunas tiendas físicas. Estas sustancias suelen venderse durante unos años, normalmente hasta que se ilegalizan, y acto seguido son sustituidas por un compuesto parecido en estructura y efectos que evade la ley por virtud de una modificación química. En España se prohíben una por una, a medida que van apareciendo y se ha recogido suficiente información sobre ellas para justificar su fiscalización, mientras que en otros países han probado prohibir grupos enteros de compuestos. 

A causa de su estatus legal, la tenencia de NPS no suele ser penada por la ley, hecho especialmente importante en países con una política de drogas muy estricta, como Polonia o Suecia. En estos países, su uso es mucho más frecuente que en sitios como España, donde la posesión de sustancias en cantidades para el consumo propio está descriminalizada. Adicionalmente, los clientes de este mercado suelen preferir estas sustancias a las clásicas debido a:

●    Mayor disponibilidad. La mayoría de estos compuestos se pueden comprar por internet en páginas que aceptan pago con tarjeta de crédito y mandan el producto por correo postal. 
●    Similitud en efectos. Aunque algunos más que otros, la mayoría proporcionan efectos psicoactivos comparables a los de las sustancias más conocidas.
●    Precio. Suelen ser notablemente más baratas que las sustancias ilegales.

Mefedrona, molécula

Centrándonos en la 4-MMC, esta fue una excepción, comparada con muchas otras NPS, en cuanto a sus efectos. Mientras que la mayoría intentan emular los efectos de drogas conocidas como la cocaína o el MDMA, la mefedrona era suficientemente diferente como para hacerse un hueco nuevo en el mercado. Los efectos que causa son: euforia, bruxismo (tensión en la mandíbula), alucinaciones auditivas y visuales, un incremento en energía, cambios en el estado anímico, ganas de hablar y una disminución en el apetito y el sueño, etc. A menudo se dice que comparte elementos de los efectos del MDMA y la cocaína sin parecerse mucho a ninguno de los dos. La prohibición de la 4-MMC en toda Europa en el 2010 tuvo como consecuencia la aparición de una cornucopia de derivados parecidos a ella, ya que los productores buscaban llenar este nuevo hueco en la demanda de sustancias. Como muchas nunca habían sido probadas en humanos, sus efectos (tanto positivos como negativos) permanecerían desconocidos hasta que la gente hiciera de conejillo de indias y las probase. Estamos hablando de una sopa de letras de compuestos: 4-MEC, 4-EMC, 4-CMC, 4-FMC, 3-MMC, etc., cada uno habiendo sido sometido a una modificación química que, con un poco de suerte, no iba a alterar sus efectos positivos ni iba a presentar nuevos efectos negativos. Sin embargo, la farmacología no es tan simple, y casi ninguno dio en el blanco. 

La 4-EMC es uno de los derivados que tiene efectos psicoactivos. Comparando las estructuras, esta sustancia se parece mucho a la 4-MMC. Aunque puede parecer un cambio sutil, cualquier alteración estructural tiene la capacidad de cambiar los efectos de una sustancia de manera considerable. Por ejemplo, si añadimos un carbono al alcohol metílico obtenemos alcohol etílico, convirtiendo así un veneno en una bebida ampliamente consumida. 

La 4-EMC se suele consumir por vía nasal u oral, con una duración de los efectos principales de unas dos o tres horas y una estimulación residual que puede durar hasta siete horas, llevando a algunos usuarios a “perseguir el colocón”. Se pueden apreciar las dosis en la siguiente tabla:

Menfedrona dosis

Apareció por primera vez en el mercado gris en el 2010, poco después de que se fiscalizara la 4-MMC. Los efectos de la 4-EMC son parecidos a los de la 4-MMC, aunque la gente reporta que es menos potente por peso y menos estimulante. Pese a efectos bastante similares, la 4-EMC no ha conseguido mucha notoriedad. Una teoría al respecto es que muchos países han fortalecido las leyes que regulan las NPS en la última década, hecho que ha resultado en la desaparición de una gran parte del mercado gris. Como consecuencia, la cantidad de dinero y volumen de ventas actual es mucho menor. 

Cuando el tráfico en el mercado gris estaba en su punto máximo de popularidad, generaba  cantidades de dinero sustanciales (algunos vendedores de NPS han sido detenidos con millones de euros en metálico y posesiones) que se reinvertían en la industria en forma de marketing e investigación. Es difícil saber cuánto influyó este despliegue económico en la popularidad de sustancias como 4-MMC y cuánto fue a causa del consumo en masa por países que actualmente tienen leyes muy restrictivas hacia las NPS (Gran Bretaña, por ejemplo, fue en su día el mayor mercado, y desde el 2016 está prohibida toda sustancia psicoactiva menos las que están en una lista de exenciones).

ambién es difícil determinar hasta qué punto la ausencia de tanto dinero contribuyó a la baja popularidad de sus sucedáneos. Sea cual sea la razón, las sustancias como la 4-EMC nunca alcanzaron mucha popularidad, y el mercado en sí no ha vuelto nunca a ser tan grande como hace diez años. 
 

Este contenido se publicó originalmente en la Revista Cáñamo #254

Te puede interesar...

¿Te ha gustado este artículo y quieres saber más?
Aquí te dejamos una cata selecta de nuestros mejores contenidos relacionados:

Suscríbete a Cáñamo