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El 64% del speed analizado en España está adulterado con cafeína

El proyecto de reducción de riesgos y análisis de sustancias Energy Control acaba de publicar los resultados de sus análisis.

La mayoría del speed que se consume en España está adulterado con cafeína, dicen los datos de los análisis realizados en el primer semestre de este año. El proyecto de reducción de riesgos y análisis de sustancias Energy Control acaba de publicar los resultados de sus análisis sobre muestras de speed recogidas en las comunidades autónomas de Cataluña, Madrid, Baleares y Andalucía.

El 64% de las muestras de speed recogidas entre enero y junio también contenían cafeína. En la gran mayoría de las muestras adulteradas con cafeína, la concentración de sulfato de anfetamina (el que se supone que es el único componente del speed, o al menos el principal) era menor del 50%. En cambio, en las muestras que sólo contenían anfetamina sin adulterar, las concentraciones fueron en su mayoría superiores al 50%, siendo el resto del producto excipientes no psicoactivos que no presentan riesgos para el consumidor.

El 64% del speed analizado en España está adulterado con cafeína

“Viendo la diversidad de composiciones del speed, ante una muestra que no esté analizada, se recomienda hacer una dosis test para poder valorar los efectos. El speed con altas concentraciones de cafeína podría parecer tener un efecto más intenso al principio (produciendo taquicardia) aunque el efecto de la cafeína es de duración más corta que el de la anfetamina. El speed que solo contiene anfetamina tiene un efecto estimulante más duradero, prolongando la vigilia y pudiendo interferir en la conciliación del sueño”, señalan desde Energy Control.

Los datos sobre el speed se han extraído de un total de 267 muestras (117 de Cataluña, 71 de Andalucía, 55 de Madrid y 24 de Baleares). Las muestras son llevadas por los propios consumidores que viven en alguno de los territorios con una delegación del Energy Control. Los usuarios pueden llevar muestras de esta y otras drogas de forma voluntaria para conocer su composición, y poder así medir mejor la dosis en base al conocimiento de la pureza, y también evitar correr riesgos innecesarios en caso de descubrir adulteraciones peligrosas.

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